Somos


Somos una empresa familiar y nos dedicamos a esto porque nos apasiona!... gozamos de la buena mesa y de las cosas bien hechas.

Yo, Catalina Amenábar

Aunque santiaguina, mi inspiración está en el sur y en el campo, el fundo en el Lago Ranco, mi abuela y sus recetas, el horno a leña, la leche de vaca, las frambuesas, los huevos con sabor a huevo y el pan amasado. La nostalgia de esas mesas familiares repletas de cosas irresistibles es lo que me hace cocinar y seguir cocinando.

Las manzanas de blanca nieves, las rosas mosqueta que nunca alcanzaba a cosechar porque llegaba marzo y tenía que volver a clases, el cilantro recién cortado, las zanahorias con gusto a tierra fértil, las arvejitas con sabor a alcachofa, las cerezas, la mermelada de guinda y el prohibido guindao, los digueñes que nunca me quedaron ricos, las moras, la miel hulmo, la nata de leche recién sacada, los quesos frescos y los yogures de la yogurtera con mermeladas caseras. Hasta las criadillas y el ñachi son las vivencias que hoy llenan mis preparaciones.